La Misa Tridentina (también llamada Gregoriana, o forma extraordinaria), es la forma en la que se celebraba el Santo Sacrificio de la Misa hasta 1969. Esta forma del Rito Romano fue codificada por orden del Concilio de Trento en el S. XVI, pero sus partes centrales se remontan a tiempos del papa S. Gregorio Magno, con una antiguedad de unos 1500 años.
Qué pasó en 1969?
El Novus Ordo Missae es la nueva y radical reforma de la Santa Misa implementada en 1969. Tras el Concilio Vaticano II, una comisión internacional redactó la liturgia que hoy celebra ordinariamente la Iglesia Católica.
Qué diferencias hay entre ambas?
Las diferencias mas evidentes a simple vista son dos, la orientación del altar y el idioma, el latín. Una comparación mas pormenorizada será tratada mas adelante.
Porqué de espaldas?
En el Rito Tradicional, el sacerdote celebra la misa de cara al altar, dando la espalda a los fieles. Es a Dios hacia donde se dirige la celebración, restando protagonismo al celebrante.
Porqué en Latín?
El Latín es intrínsico al Rito Romano, bajo este idioma se unifica todo el occidente cristiano. Es una lengua muerta, por lo que el significado de las palabras no cambia tampoco con el tiempo, dando pues unidad no solo en el espacio, sino también en el tiempo. El sacerdote dice la mayor parte de la Misa en voz baja, esto es una vez un reflejo de que la celebración se orienta hacia Dios. Los fieles pueden unirse a las plegarias del celebrante por medio de misales traducidos concentrándose en su oración personal.
No fue abolida por el Concilio Vaticano II?
En absoluto, ningún decreto conciliar prohibía la Misa Tradicional, de hecho, el Novus Ordo no fue publicado hasta varios años tras el fin del concilio. Tanto durante el concilio como inmediatamente después la Misa siguió calibrándose de la misma forma que hacia siglos. Incluso después de la implementación de la reforma, algunos sacerdotes continuaron celebrando así la Santa Misa. Algunos ya han sido canonizados, como S. Pio de Pietrelcina o S. Josemaría Escrivá.
La situación legal de este rito ha sido objeto de debate durante los últimos cuarenta años, dejando tristes episodios como el protagonizado por el Arzobispo Marcel Lefevre en 1984. En 2007, S.S. Benedicto XVI publicaba el Motu Proprio Summorum Pontificum, con el que ponía fin a este debate dando total libertad para la celebración de esta forma del Rito Romano.
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